sábado, 27 de agosto de 2016

Los años


Llegará un día
en que nos recordemos,
quizás,
en esas treguas que uno se permite
a sí mismo,
con sabor a blasfemia
o a pecado de un dios
que no elegimos.

Serán tal vez las paredes
las que hablen entonces,
atrevidas,
y delaten las voces
que un día fueron nuestras.

Llegará un día
en que se canse aquella fotografía
de permanecer guardada
o nos asalte un olor en plena calle.
Y puede que ese pelo revuelto
y esos ojos
nos astillen la memoria
y el dolor de esa punzada
sea lo único que sintamos
en los últimos peldaños
de esta circunstancia que llamamos
vida.

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