viernes, 14 de agosto de 2015

Alas negras


Tú me advertiste de tus pozos.
Yo no pude advertirte
de lo que no sabía que existía.
Pero ahora me acompañas,
vienes conmigo a buscar al animal salvaje,
bajamos
              juntos
                          a la
                                 oscuridad.
Dejas que recorra yo sola la última parte del camino
y tú esperas buscando en el agua una palabra
que se lea igual en las dos direcciones.
He aprendido que el miedo nos pone a temblar todo el cuerpo.
Se nos ha presentado la libertad y la hemos dejado entrar.
Vamos a armar a nuestros hijos.
Vamos a contarles que las ganas de matar hay que reservarlas
para los verdaderos enemigos.
Tengo tres tesoros encerrados en un puño.
Tengo tres plumas de cuervo en el cajón.
Déjame que te mire otra vez.
Y tú no te cansas de mirarme.

sábado, 1 de agosto de 2015

Treinta y tres


Tengo un cielo abierto entre las piernas.
Tengo una nube de sangre siempre a punto de estallar.
He mordido el trozo que tenía la tranquilidad necesaria
para realizar alquimia en la cocina:
el ritmo concreto del paso a paso,
el placer del fuego lento y saber esperar.
Para respirar aromas y secretos
que otros escucharon antes.
Y me lleno las manos
de mar
y de tierra
al limpiar mejillones y puerros.
No sabía que me gustaba. No sabía cuánto me gustaba el olor a mar.
He llorado de felicidad
al comerme un pez que tenía, por debajo de las escamas,
trocitos de libertad.
Te empezó a gustar el jabalí el día que te pedí
que salieras conmigo a buscarlo,
la noche que te agarré fuerte del brazo
mientras lo oíamos respirar en la oscuridad.
Quiero arreglar una casa con mis manos.
Quiero devolverle a la casa pequeña su lugar.
He encontrado la llave del cofre que guardaba el instinto y la intuición.
Bienvenidos hoy de tan largo letargo.
He descubierto una pequeña colección de conocimientos silenciosos
que no sabía que existía,
no sabía que guardaba.
Y han esperado a que llegara este tiempo para aflorar.
He soplado treinta y tres velas
que había en una tarta.
He tirado un cable a tierra.
He llegado a mar en calma.