miércoles, 31 de agosto de 2016

Normalidad


No puedo pensar en términos de normalidad
porque la normalidad es mentira.
Es una forma prefijada en la que decidimos encajar
sacrificando nuestros instintos más primarios,
nuestra verdadera voz.
Y así todos iguales y todos felices.
Todos normales.
Por suerte esa supuesta felicidad a algunos nos pesa.
A mí me pesa.
Y se traduce en inconformismo, en incomodidad,
tan insoportable que prefiero ignorar la normalidad
para acercarme al sonido de mi voz.

Digamos que estamos locos. Vale, bien. No me importa.
Ya no me interesan los nombres.
Tampoco lo que está bien y lo que está mal.
Me importa lo que es.
Sólo eso me interesa.

lunes, 29 de agosto de 2016

Decíamos ayer

Qué decirte…
Viendo cómo me querías aprendí a quererme.
Y aprendí también…
Que la revolución comienza en casa.
Que al menos un momento, cada día, es digno de convertirse en canción.
Que, como dice Silvio, “hay idiomas perfectos por descubrir…y hay que buscarlos”.
Que, a veces, es posible parar el tiempo y ponerse a mirar la vida,
como miran los viejos las obras desde el Puente de Toledo.
Siempre tendrás un sitio por aquí dentro,
en algún lugar entre las costillas y el corazón.



Sigue estando aquel puente
en el mismo lugar
pero ya se han ido las excavadoras
y todo es un paseo sin prisa buscando la sombra
entre la alegría y la calma.
Tú dices que estás más viejo,
yo tengo alguna cana.
Pero mis palabras y las tuyas
se entremezclan en su baile conocido.
Y sonrío porque todo está bien.
Sonrío como sonríen los amores que fueron bien hechos.

sábado, 27 de agosto de 2016

Los años


Llegará un día
en que nos recordemos,
quizás,
en esas treguas que uno se permite
a sí mismo,
con sabor a blasfemia
o a pecado de un dios
que no elegimos.

Serán tal vez las paredes
las que hablen entonces,
atrevidas,
y delaten las voces
que un día fueron nuestras.

Llegará un día
en que se canse aquella fotografía
de permanecer guardada
o nos asalte un olor en plena calle.
Y puede que ese pelo revuelto
y esos ojos
nos astillen la memoria
y el dolor de esa punzada
sea lo único que sintamos
en los últimos peldaños
de esta circunstancia que llamamos
vida.

viernes, 26 de agosto de 2016

Correr o no correr


Y tú, que nunca dejas de correr
de repente hay una noche que

 te quedas.

Y te pides otra.

Y entonces yo, que nunca
termino de irme,

me quedo.

Pero tranquila

miércoles, 24 de agosto de 2016

Un secreto



A veces nos llueve encima
un secreto.
Es tan bonito
que no sabemos qué hacer con él.
Yo lo miro y lo remiro.
Se sonroja. Me sonrojo.
Es tan precioso
que no sé porqué ha estado callado
tanto tiempo.
Si ríe con voz de quinceañero
y huele a tardes
de vida y nervios.
Quiere quedarse conmigo
y trae canciones
que guarda en su memoria,
alguna foto en blanco y negro
y dos nombres
escritos a bolígrafo
en el viejo diccionario de latín.
Dice que no fue premeditado,
que no nació para secreto
pero se cayó en el pozo
de las vidas negadas,
donde habitan las blasfemias,
y el recuerdo y el hambre
que no se pueden matar.

martes, 23 de agosto de 2016

La vida que mancha


A la vida se juega en la calle.
La vida se toca, se besa, se seduce, se arriesga...
en la calle.
Se calculan las posibilidades de éxito o fracaso
mirando a los ojos.
Y en el órdago van asumidos
el abismo
                 o la gloria.
Pero nos pasamos la vida buscándola en el lugar equivocado.
En la búsqueda de miradas ajenas se nos ha olvidado
el escalofrío que provoca una mirada concreta.
Preferimos la distancia aséptica a la vida que mancha;
el ruido sordo al silencio atronador.
Ahogamos la atención,
                                     la intuición
                                                        y la percepción.
Y, así, optamos por suicidar la magia.
Vendemos nuestra ubicación al por mayor
a cambio de una desconexión a tiempo real.
Nos rendimos a una exposición permanente
mientras el corazón está cada vez más amordazado.
Perdidos en la nube hace tiempo que dejamos de temblar
al escuchar un me gustas.
Hablamos del amor, lo leemos y releemos, lo nombramos, lo describimos, lo teorizamos, lo definimos, lo recreamos con palabras y hasta lo compartimos.
Pero no lo atravesamos.

Yo
no quiero perderme nada.
No quiero perder(me).
No quiero correr sin saber hacia adonde.
No quiero dejar de escuchar(me).
No quiero que se me vuelva a olvidar
todo lo que, a diario, me enamora(s).

viernes, 19 de agosto de 2016

Desconexión


En tu ausencia
desordeno palabras
y borro una letra de mi cabeza.
A fuerza de pensarte
he conseguido
no echarte de menos.
Me he bajado en marcha
de este tren
que no llevaba a ninguna parte.
He dado la espalda
a la locura del mundo
para abrazar mi propia locura.
Desconecto para re-conectar.
No quiero buscarte nunca más.
Un día voy a terminar de leer
Rayuela.
Un día nos encontraremos en cualquier bar,
en la mesa del fondo,
ya sabes,
a salvo de la puerta
y las miradas.

miércoles, 17 de agosto de 2016

Demonios


Hay que sacar a pasear los demonios.
Conviene, de vez en cuando,
mirarlos a la cara
y dejar que nos griten 
todos sus nombres.

sábado, 13 de agosto de 2016

Noches como puños


Hay noches como puños,
bofetadas de cansancio
en la memoria
acribillada de otras noches
donde bebíamos ansiosos
las historias.
Dices que no hay peor tristeza
que la de ver suicidarse los segundos
en la grieta de una mesa
que no sostiene ya ninguna carta.
Hay ruidos tan idiotas
que distraen el ritmo de metrónomo
que marcan al caer
las gotas de todas las miradas
derramadas.
Tú pisas el charco al levantarte
y yo naufrago mi cigarro allí
donde el tiempo secará cualquier indicio.
Y no quedará ni rastro de esta noche.

sábado, 6 de agosto de 2016

Un dolor hermoso


Madrid sonríe esta mañana
pero más va a sonreír cuando vuelvas.
Cuando fijemos las coordenadas
como la primera vez
y tus pasos y mis pasos
retumben de rayuelas
las aceras.
Hay un ritmo que me gusta seguir.
Un dolor hermoso
que punza hacia arriba
y me desordena
el estómago, el corazón y la garganta.
Es el ritmo del latido de más
que genera un temblor
sólo capaz de aplacarse si lo abrazas.


Insomnio

Ese insomnio que aparece
sin avisar
...al fondo hay sitio...
y monta una timba clandestina
en mi cabeza
...hagan sus apuestas...


lunes, 1 de agosto de 2016

exagerada


El día que cumplí treinta y tres años
la vida se volvió
fluida, 
alucinante, 
pringosa...
exagerada.
Como esos puntos de no retorno
que suceden las noches
en que me dejo 

llevar.