viernes, 26 de octubre de 2018

Sin despertador


Como romper el silencio
de madrugada
en una calle en calma.
Qué valor añadido,
qué impertinente atrevimiento
rasgar la ausencia fría
de sonido
con un grito.

Hay sueños
que sólo deberían soñarse
sin despertador
ni nada
que los interrumpa.

Así que no te vayas
que voy a cerrar los ojos otra vez.
Tú sigue ahí,
tan elegante,
con tus canas y ese traje.
Esta noche me pido ser
tu acompañante.