Ya hemos perdido la cuenta
de las veces
que se nos han colado en casa las miserias del mundo.
Recuerdo que la última vez sellamos todas las salidas.
Pero siempre queda alguna rendija
y las ratas vuelven a entrar.
Tú le regalas tu voto a mi ilusión.
Yo soy más fuerte a pesar de la luna.
O por ella.
Ya sólo lloro cuando quiero.
Ya no me hacen llorar.
Se ha despertado la loba que defiende a su cachorro
con uñas y dientes.
La que cuenta los hijos que sobrevivirán.
La hora de las decisiones llega muy pronto.
Es tiempo de atravesar lugares menos confortables.
El camino es nuestro.
La vida, también.