sábado, 30 de junio de 2018

Pausa



Puedo llamarte Amor
si quieres.
Amor te llamo
si vienes
y me traes como siempre
tus conjuros y tus pócimas
y esa retahíla de palabras mágicas
que utilizas para cambiar las estaciones
de lugar.

Qué guapa estás
me dices
parece que vas a ir a hacer feliz al mundo.

Y salgo a la calle sonriendo
porque ya lo has vuelto a hacer:
me has metido la consciencia en el bolsillo
y has esparcido un reguero de piedras diminutas
que recuerdan el camino
de vuelta a casa.
A tu paso
las películas se pausan
y la vida se queda en suspensión.
Por eso tengo tiempo de pararme a pensar
que puedo llamarte Amor
si quieres,
que quiero llamarte Amor
si vienes.

martes, 19 de junio de 2018

Como ahora pero con muchos más años


Llevaré
más o menos
la misma ropa que ahora
porque siempre se me ha dado mal
ir bien vestida,
bien peinada,
bien.
Seguiré teniendo el pelo largo
porque es una parte de mí.
Y no me teñiré las canas
porque sería una traición
a la vida.
Y así
con la piel convertida en arrugas
y el pulso más frágil
que nunca
me gustaría encontrarte un día,
saludarte despacio
despertando del sueño
cada sílaba,
mirarte con ojos viejos y brillantes,
cogerte la cara llena de años
con las manos temblorosas
y darte un beso.
Como ese que acaba de ocurrir
justo detrás de ti.

jueves, 14 de junio de 2018

Hilos


Tú recogías flores
de aquel valle
y yo daba paseos
por la calle Segovia.

Nos separaba un abismo
pero debía de unirnos
sin embargo
un finísimo hilo
por el cual
pudimos comprender
algo
el uno del otro.

miércoles, 13 de junio de 2018

Recuerdo


¿Te acuerdas?
Fue el día que cogimos
el autobús circular
al revés
y no hubo tragedia alguna
porque vivíamos
sin prisa
y la vida era nuestra
mientras durase la tarde.

martes, 12 de junio de 2018

Te (lo) perdiste


Ya no me queda tolerancia
para la estupidez del mundo.
Voy andando y me veo desde fuera
observándolo todo.
Soy yo pero no soy yo.
Sólo tengo un ojo vivo
pero ese ojo lo recoge todo
mientras el otro mira para adentro.
He visto personas que creen que pueden
poseer un amor
y lo amarran con candados
a las farolas de la Plaza Mayor.
Dónde guardarán la llave.
He visto zombis transportados
por escaleras mecánicas,
con pantallas en los ojos
y un vaso de plástico
con café caliente
en la mano.
Y los campos este año
se han vestido con flores moradas.
Pero tú no las ves
porque estás muy (pre)ocupado
sacando una foto de tu cara,
igual a otras muchas fotos
que ya hiciste antes,
el día en que salió el arcoiris
y cayó lluvia fina,
cuando bajó la niebla
desde el monte
y los pájaros dibujaron
una punta de flecha en el cielo
y aquel niño te miró
con confeti en los ojos.
Y te lo perdiste.